¿Listo para ir al baño?

¿Listo para ir al baño?


Entrenar a tu niño o niña para ir al baño, implica un reto desafiante para su desarrollo, y también para los padres. Involucra un proceso educativo de aprendizaje (cómo, cuándo, dónde) y madurez (control de esfínteres). Requiere de mucha comprensión, dedicación, paciencia y mucho amor. 

Si tu bebé ya es un niño pequeño, que corre detrás de ti todo el tiempo cada vez que vas al baño y tiene curiosidad por lo que haces, si ya logras entenderte con él, le explicas, te contesta, te cuestiona, entiende el significado de los conceptos “ahorita – en este momento” y “después” (presente, pasado y futuro) y, además está por cumplir los 3 años de edad, posiblemente esté listo para dejar el pañal paulatinamente y comenzar a “ir al baño”. El proceso es largo, depende de cada niño o niña y, hay que tener en cuenta que es muy natural que a veces, pueda retroceder.

Patrones de comportamiento para saber si está listo:

Mantiene seco el pañal por largos periodos de tiempo (de 3 a 4 horas), inclusive ya usa calzones entrenadores, lo cual significa que su vejiga ya se ha desarrollado lo suficiente y puede controlar las ganas de ir al baño.

Cuenta con una gran estabilidad y coordinación para caminar y correr, además controla su equilibrio y hasta puede pararse en un pie por algunos instantes, de igual manera puede mantenerse sentado sin moverse durante algunos minutos.

No necesita ayuda para subir y bajar sus calzones y/o pantalones.

Muestra mucha curiosidad cuando vas al baño, te sigue y entra contigo para saber lo que estás haciendo.

Sigue sencillas instrucciones, entiende el concepto de “ahorita” y “más tarde”, le gusta ser independiente y se siente orgulloso de sus logros.

No le gusta traer el pañal sucio, se muestra incómodo, o te lo dice. Además, no se resiste ante la idea de usar calzones entrenadores desechables y hasta un bañito entrenador.

 

Recomendaciones para entrenarlo a ir al baño:

 

  1. Paciencia y dedicación. Es una transición que puede durar varios meses y puede suceder inclusive hasta los 4 o 5 años de edad. Presionar al niño o niña a que deje el pañal cuando aún no es su momento, puede resultar contraproducente y afectar su autoestima.
  2. Platicarlo previamente. Toca el tema con tu hijo o hija cuando creas que es el momento, y trata que la idea de ir al baño sea suya, de esta manera se sentirá más motivado a hacerlo. Estimúlalo mostrándole su nuevo bañito entrenador, dile cómo funciona y practiquen a manera de juego.
  3. Comprensión. Ten en cuenta que una vez que haya aprendido a ir al baño, por las noches es común que siga mojando la cama con frecuencia. Antes de los 6 años, fisiológicamente les cuesta trabajo mantenerse secos durante toda la noche ya que sus vejigas no han madurado lo suficiente, así que usa pañal o calzón entrenador desechable por las noches, para evitar que moje la cama y se desanime.
  4. Alternadamente usa calzones o pañales desechables tipo entrenador. Lo ideal es que él o ella pueda subirlos y bajarlos por sí mismo. Úsalos sobre todo si salen de casa o está con un amigo, la mayoría de las veces prefieren seguir jugando a ir al baño.
  5. Dale un refuerzo positivo. Cuando te avise o lo intente solito, aunque no lo logre por completo, o simplemente vaya a sentarse, dile que lo está haciendo muy bien, pero sin exagerar, ya que cuando no lo logre, podría ser muy doloroso el fracaso. No lo regañes ni lo exhibas con sus hermanos o algún otro familiar en caso de accidente, podría retroceder.
  6. En cuanto a las deposiciones, no muestres desagrado y trata de no hacer caras por el olor, o decir “fuchi”. Los niños en edad preescolar se sienten muy orgullosos cada vez que van al baño y esperan ser halagados, al ver tu reacción, podría sentirse avergonzado o temeroso de volverlo a hacer, sin poderlo expresar. Simplemente actúa con naturalidad diciéndole que lo está haciendo excelente. Por otro lado, ten en cuenta también que, podría estreñirse por aguantarse las ganas de ir al baño al momento de quitarle un pañal y no estar acostumbrado.
  7. Evitar asociar el pañal con ser un bebé. En ocasiones, cometemos este error y si llega a haber algún retroceso, que es muy natural, resulta ser muy doloroso para el niño o niña, ya que el hecho de volver a usar pañal le indicará que “no puede hacerlo”. Lo ideal es que el niño o niña no sufran por el hecho de quitarle el pañal, o volver a ponérselo.

Recuerda que cada niño se desarrolla de manera diferente, no lo compares con otros niños ni con tus hijos mayores, respeta su ritmo y evolución, cuando menos te des cuenta, ya estará yendo al baño solito y los pañales quedarán en el olvido.

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